UNA CHICA DE ENSUEÑO...


No estoy muy seguro que paso, donde estoy, o cual es mi misión esta vez, solo camino entre estos vastos lugares, ciudad conocida, lugares parecidos unos a otros pero no logro ubicarme exactamente donde estoy; esta mi hermano, un par de amigos, de repente hablamos de cosas, juegos, vivencias, cosas frikis y demás, sigo sin saber a dónde voy, porque voy, solo llevo conmigo un puñado de monedas que debo de cambiar en la casa de valores, su nombre: “Mangas” con valor de 180 cada una, las cambiare por otra moneda cuyo nombre no recuerdo pero vale 3,000 cada una.



Una Cara Familiar, una Sonrisa Conocida, unos ojos lindos, una chica bella atendiendo una de las cajas discute con su compañera una mujer asiática sobre el valor de ambas monedas, “no es justo”, “es más valiosa”, “debería valer un poco más” una pelea interminable de una moneda, ¿Dólares?, ¿ Libras esterlinas?, ¿Pesos?, ¿Yenes? No… Nada de eso, Mangas, solo Mangas… que en realidad solo eran fresas congeladas.



Al acercarme al mostrador visualizo tu cara, te reconozco, me reconoces, me llamas por mi nombre de pila, te llamo por tu nombre real, platicamos de algo, no recuerdo de que… mis ojos se centran en los tuyos, de repente nos acercamos mas y mas, no sé que tanto nos dijimos pero nos empezamos a besar, primero un beso de piquito, después como rozando suavemente los labios como tentando el terreno, luego vino uno más entregado de los que roban el aliento y dan sabor a la boca.


Continuaron los besos conforme se fundía un abrazo, caricias en la cintura y espalda, sonrieras, me decías cosas, yo te decía cosas también, volvíamos a los besos y en un proceso largo y afectuoso tratando de despedirnos pero no nos soltábamos,  besos intensos, de eso que suben la temperatura corporal y te emboban,  de alguna manera tarde o temprano logramos zafarnos y continúe mi travesía hacia él: “No sé donde” y al “No se porque”


Abrí mis ojos y descubrí que mis aventuras eran manifestaciones sugestionadas, un sueño como comúnmente se dice… cosas que hice en el día, películas que vi al anochecer, recuerdos perdidos, sensaciones que se extrañan y demás, se que tu cara apareció por casualidad, pero si así de rico fue probar tus labios dentro de mi cabeza, dichosos aquellos que los han probado en la realidad.


 Al final me sonroje, lave mi cara y Salí a patinar pensando en Ti…


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