MEMORIAS DISTANTES DE UN AYER IV: LA ESTRELLA SONRIENTE




Invierno… Chocolate Caliente, dedos fríos y la excusa perfecta para estar encerrados Yo y Gwen los domingos por la Mañana, así es como celebre al terminar mi condena, lo recuerdo muy bien, tan fuerte, tan claro… el ciclo de septiembre/diciembre estaba por terminar, era un viernes de esos que no deseas hacer nada, el cielo es gris, el aire frío y el sol parece estar pintado por la ausencia de calor que transmite, era cerca de la 1:30 pm llegue a casa con la boleta de calificaciones en una mano y a Gwen en la Otra.

-Sha Dana Quan Lunt-

“Anexis… ¡Dios Santo que Alegría!, te estas convirtiendo en un hombrecito de bien, mi vida que emoción, vas a poder calificar para la Universidad Tecnológica y…”

Tía Sha Dana estaba emocionadísima con mis progresos Académicos, con lagrimas y abrazando me recitaba tales palabras, horas atrás recibí una reacción similar de la Maestra Miyako, se que debería sentir alegría porque elogien mis logros pero me hacen sentir como Drogadicto recién rehabilitado, o como si creyeran que fuese caso perdido y eso era incomodo.

-Sha Dana Quan Lunt-

“Gwen, eres un angelito, gracias por cuidarme a este necio y testarudo sobrino casi hijo que Dios me dio, por fin esta tomando el buen camino y no esta de vago en su moto o de alcohólico en su cuarto, si vieras el bien que le haces a mi chiquito especial”

En verdad era Molesto, vergonzoso y me daba una pena increíble, Gwen se reía de mi y le daba la razón a tía Sha Dana, yo tan solo rezongaba y pedía a gritos que me dejara en paz y entre las 2 me abrazaban y me besaban como si fuera un niño de kinder al que le dieron chocolates y una estrellita dorada, inclusive pusieron mis calificaciones en el refrigerador y Gwen pinto con Labial rojo una estrella sonriente.

-Sha Dana Quan Lunt-

“Jajajaja, ¡Ay mi niño estas todo rojo!, bueno los dejo en paz corazón, ten… tu premio por tu buena conducta, porque no vas a pasear con Gwen y la invitas a comer ¿va?, hoy me toca trabajar hasta tarde, pórtense bien, hasta luego.”

-Gwen Merle Jewel-

“Gracias Señora Lunt, se hace lo que se puede con Anexis, ¡hasta luego! ven, vamos a las hamburguesas de la Carita Sonriente, me vas a invitar una Malteada de Fresa y un Pie de Zarzamora y…”

Tía Sha Dana salio tranquilamente por la Puerta y Gwen me tomo con ambas manos y me jalo suavemente llevándome al garaje donde se encontraba mi doncella de Hierro, sonriente y feliz se sentó en mi motocicleta, puso sus brazos alrededor de mi cuello y como imanes los míos rodearon su cintura comenzándonos a besar como hace tiempo no lo hacíamos, apasionado, mordiéndonos, rozándonos con la lengua y succionando levemente, esos besos que te hacen agua la boca y encuentras sabor en sus labios y saliva así como se encuentra aroma en la piel y en el pelo.

-Gwen Merle Jewel-

“…y un Postre Especial Para ti Anexis, te quiero…”

-Anexis Wu Lunt-

“Yo también te quiero Gwen…”

Sus piernas delgadas y flacas, se enroscaron como un arnés en mi cintura y la presión en mi entre pierna fue casi inmediata, conforme avanzaron los besos mis manos ya hacían bajo su blusa acariciando su espalda y sintiendo sus tan marcadas costillas una por una al avanzar topando en donde iniciaban sus pequeños pero bien formados adolescentes pechos, mientra su cuello se volvió victima de mis besos.

-Gwen Merle Jewel-

“Anexis…”

El garaje se volvió esa vez nuestro escenario pasional, el lugar era fresco y el rozar del cuerpo caliente nos producía escalofríos y la piel se ponía como gallina casi de inmediato y fue esa vez que experimente las ventajas de tener una lavadora como aquella película que rente el otro día, jamás había visto a Gwen tan Salvaje, siempre había sido muy pasiva, inclusive hizo cosas que normalmente no me permitirá…

-Gwen Merle Jewel-

¿Te gusto tu Postre Especial Anexis?

-Anexis Wu Lunt-

Si… me gusto muchísimo Gwen…

Comencé a besarla con ternura, tomándola del mentón y acariciando su cara, desnudos, en el piso y con nuestra ropa regada, dios bendiga ese tapete de Pilates que Tia Sha Dana nunca uso que fue nuestro lugar de reposo mientras recuperábamos el aliento y admirábamos nuestros cuerpos que emanaban fluidos y sudor, quedamos varios minutos abrazados hasta que el frío nos gano y subimos desnudos a mi cuarto donde en una calida ducha de nuevo el Postre Especial de nuevo comenzó…

-Gwen Merle Jewel-

“Tengo Hambre Anexis… Vamos a comer de una vez ¿va?

Me gustaba ver a Gwen Desnuda sentada en mi cama, como secaba su cabello, como muy despacio ponía su ropa, y meticulosamente checaba que no le faltara ningún accesorio y al final se maquillaba… Ella se burlaba de mí porque me quedaba viéndole embobado a veces, como si nunca antes la hubiera visto desnudo, pero me fascinaba tanto que a veces no aguantaba y me lanzaba sobre su cuerpo a medio cubrir dándonos a veces mas tarde la hora de salir.

-Anexis Wu Lunt-

“Si, yo también tengo hambre nena, quiero mostrarte algo primero…”

Fui a mi Closet y debajo de mi ropa saque un sobre el cual fue abierto con curiosidad por Gwen y con un grito de Emoción y un ferviente abrazo como Koala mi cara se lleno de besos y mis tímpanos estuvieron sordos por un momento, no creí que fuera tan intensa la excitación provocada por 2 simples boletos para el concierto de un grupo local.

-Gwen Merle Jewel-

“¡SPIRITUAL PROPHECY!, ¡ANEXIS!, ¡TE AMO!, ¡TE AMO!, ¡TE AMO!, ¡TE LUCISTE!, ¿DONDE LOS CONSEGUISTE?, ¡ERES FABULOSO, ME ENCANTAS!”

-Anexis Wu Lunt-

“Los conseguí con Matt… el tenia unos extras y el dinero que no gaste en bebida este mes pues… los compre, aun faltan unos días, pero… ¡Feliz Cumpleaños!, ya puedes pedir permiso para ir…”

En esa Ocasión el cuerpo a medio cubrir que fue asaltado Pasionalmente fui Yo y terminamos comiendo como a las 4 pm ese día en las hamburguesas de la estrella sonriente, ese día no nos despegamos las manos del cuerpo en ningún momento, por la noche lleve a Gwen su casa y difícilmente nos podíamos despedir, llegando a casa toque la almohada y caí placidamente rendido.



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